El polvo de arándanos es capaz de reducir la grasa abdominal, los niveles de colesterol y triglicéridos y de mejorar la cantidad de glucosa en sangre y la sensibilidad a la insulina. Los antioxidantes que contienen esta fruta son un excelente aliado para el sistema cardiovascular y favorecen la regulación de los niveles de colesterol. Pero, además, gracias al contenido en vitamina K, los arándanos contribuyen a mejorar la circulación sanguínea.